La traía a mis manos
(entonces anidaba envuelta
en la noche,
descuidada)
y, allí, albor y algarabía,
levantaba ciudades efímeras,
en la inconsciencia satisfactoria
de nuestra labor vacía de palabras.
Otros días íbamos a las afueras de la ciudad
y veíamos, asombrados,
el algodón desperezarse,
en la inconsciencia necesitada
de nuestra labor vacía de palabras.
(entonces anidaba envuelta
en la noche,
descuidada)
y, allí, albor y algarabía,
levantaba ciudades efímeras,
en la inconsciencia satisfactoria
de nuestra labor vacía de palabras.
Otros días íbamos a las afueras de la ciudad
y veíamos, asombrados,
el algodón desperezarse,
en la inconsciencia necesitada
de nuestra labor vacía de palabras.
M. Lucia. 12-02-08
Poema nacido en octubre de 2008
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