
Así de desnuda y sencilla es tu mirada,
que ruboriza y apabulla la mía,
que la contiene,
que la dispone,
que la embelesa,
que la supone,
que la calma,
que la seduce...
Así de desnuda y sencilla es tu mirada.
Sin título. Gottfried Helnwein. Viena. 1948.
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