jueves, 22 de mayo de 2008

Cadáver exquisito IX

Entre latido y latido, como una bestia,
se mueve el ritmo frenético de la vida.
Quiero avanzar pero hay una señal de prohibido.
Aquel paisaje es la forma de vida,
tan voluble el camino como la caricia,
tan puntual como el corazón del mundo.
Puntual y necesario
como el vientre al amante,
como el dolor al amor en calma.
Igual que las heridas de mil almas,
nadan en el cielo
y me desangran a cada segundo.
Pero tú, plaqueta,
me paras, me haces cicatrizar.
Y yo te arranco hemorragias de pasión,
heridas que sanan con luz,
como la alborada dulce y hermosa
de tus ojos embriagados y plenos.

*Realizado por Pedro Luís Ibáñez Lérida, Lorenzo Ortega Belchiz, Antonio Muñoz, Martín Lucía, Víctor García y Saray Pavón Márquez. En la presentación del grupo. Feria del libro 2008.
Algunas fotografías:

1 comentarios:

Pedro Luis Ibáñez Lérida. Sevilla. dijo...

Venimos sedientos de La Palabra que nos invoca para concelebrarla y ritualizar en el encuentro.

Es un placer saberos ahí.

Versos al aire... besos a los labios.

Pedro Luis Ibáñez Lérida.