El acordeón suena en tus calles, mientras tu pasas a su lado.
El acordeón suena,en tu mente
cuando ya no queda mucho
más que pensar...
El acordeón deja de sonar cuando el pobre anciano
más que pensar...
El acordeón deja de sonar cuando el pobre anciano
que lo toca para ganarse tristemente la vida,
ya no esta en esa calle.
Poco a poco vuelve otra vez a su esquina,a su parte de la calle,
donde abre otro nuevo día, con su acordeón.
Empiezas las dudas de a dónde ir,
dónde me quedo.
Fue tan bonita esa melodía que tocó
que nunca se me olvidaba.
que nunca se me olvidaba.
Al triste acordeón ya le queda menos y menos.
Cada día le va dando el sol,y le va filtrando...
Llega la luna y se funde con sus acordes, sus melodías...
El acordeón toca y toca día tras día,
a su triste pesar pasa como si fuera
una gota de agua que recorre tu cara,
una gota de agua que recorre tu cara,
que hasta el fina no para,hasta llegar
a su triste final...
a su triste final...
David Martín
Publico este poema del joven poeta y fotógrafo malagueño David Martín, al que agradecemos su colaboración en nuestro blog. David es autor tanto de poema como de la fotografía que lo ilustra(Antonio Muñoz)
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