martes, 10 de noviembre de 2009

Principios Erróneos

Primer Cadáver Exquisito que hicimos Jesús Madroñal y Saray Pavón.


Es duro comenzar con el poema,

sembrar precedente y seguir hacia delante,

abrir los tímpanos y escuchar el silencio

de algo que tiene voz y no quiere callarse.


Las manos me pesan y entorpecen la escritura,

los versos se atropellan unos a otros,

desordenan los momentos,

parecen el reflejo de vivencias

pero son distorsiones de mis actos.


Son la condena de la confianza perdida,

de las vueltas que da esta puta vida

que me ha tocado vivir,

que se me ha colgado a la espalda

como un exquisito cadáver

que se continúa con mi cuerpo como un bucle

infinito, constante, permanente.


Que se llena y vacía de ojos que ven y lloran,

que se llena y vacía de mí,

de mi propia sustancia descompuesta;

una esencia repugnante,

una demostración de principios erróneos

que no sé cómo cambiar.

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