No niegues las verdades fugaces,
algún día mirarás hacia el fondo,
te darás la vuelta suspirando.
Y me salpican los dolores,
la juventud del alma
que se olvidó de mi infancia
como yo olvido tomar las pastillas,
colocarme la servilleta en las piernas
y tomarme las pastillas azules
¿azules? quizá, pero no es mi color,
mi color es otro, mi color no existe.
Y porque soy viejo, no lloro.
Lloro porque las hojas caen junto a mi cuerpo,
porque veo a mis nietas; y tendrán mi final;
pero no por ser viejo; jamás.
Peor sería volver a ser joven,
imberbe, inmaduro e insensato.
No echo de menos la primavera
porque las flores
ya harán primavera interminable
cuando de las buenas tardes a mi tumba.
algún día mirarás hacia el fondo,
te darás la vuelta suspirando.
Y me salpican los dolores,
la juventud del alma
que se olvidó de mi infancia
como yo olvido tomar las pastillas,
colocarme la servilleta en las piernas
y tomarme las pastillas azules
¿azules? quizá, pero no es mi color,
mi color es otro, mi color no existe.
Y porque soy viejo, no lloro.
Lloro porque las hojas caen junto a mi cuerpo,
porque veo a mis nietas; y tendrán mi final;
pero no por ser viejo; jamás.
Peor sería volver a ser joven,
imberbe, inmaduro e insensato.
No echo de menos la primavera
porque las flores
ya harán primavera interminable
cuando de las buenas tardes a mi tumba.
Este Cadáver Exquisito fue elaborado por Antonio Muñoz, Martín Lucía, Manuel Márquez, Saray Pavón, Jesús Madroñal y Álex Ruiz. Además contamos con la gratísima compañía y colaboración en la realización de este cadáver del poeta Jaime Romero, al que agradecemos su amable visita y participación.
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