los polos derritiéndose en la mano
y los trajes de tirantas floreados.
Ardor primaveral
de vida que se asoma a la ventana
e inventa apellidos para las flores.
Hay flores de plástico engarzadas
que saben más del alma
que ciertas manos del hombre,
son el arraigo de la duda
que se adentra inquieta
en la desnudez poderosa
de tu cuerpo tapado
con hojas invisibles
que recolecto y fumo.
Tal vez sea tarde
¿tú crees que le importa al humo?
¿ni a nadie?...
Manuel Márquez, Lorenzo Ortega Belchiz, Pedro Luís Ibáñez Lérida, Martín Lucía, Antonio Muñoz Maestre y Saray Pavón Márquez. 03-04-08
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