Poema de Víctor García.
Y las tinieblas ocuparon las calles
como último manto de aguas bordado.
Marcan la realidad que rescrebaja los muros de Sevilla.
La hora desaparece del reloj
y se hace ausencia triste en los cuerpos.
Las palabras ocupan los huecos vacíos
para revolverse en ríos de fuego
Y llantos de claveles engalanados en las almenas.
Hoy llueve en Sevilla
y las flores mueren en aromas de mortaja
en la luz ténue de espera.
VGL. 19-03-08
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