
Vuela como los pájaros,
mi pensamiento sobre ti
y, en el aleteo de aquellos,
más allá de los tejados cenicientos
tu ausencia se hace densa.
Sin advertir, que siempre
te llevo conmigo,
como equipaje de mano.
Pero, esto último, no evita,
que vaya de un extremo
a otro de la calle,
en tu búsqueda,
ansiando verte.
ansiando verte.
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