
jueves, 1 de mayo de 2008
Microcuento VI. Caminos de hierro.
De Pedro Luís Ibáñez Lérida.
El brazo semafórico se inclinó. El tren de viajeros inició la marcha cadenciosa, tras un toque prolongado de silbato. El andén era un hervidero de personas con las manos agitadas. Al tomar las agujas, la locomotora descarriló. No fue mayor problema, la cogí y tras aposentarla sobre los raíles, prosiguió el trazado circular.

2 comentarios:
Me ha gustado mucho ;)
BeRsoS
Es un gusto que te guste, porque nos gustamos de ambos gustos que nos gustan porque estamos a gusto.
Todo un gusto.
Gracias por estar ahí.
Pedro Luis Ibáñez Lérida.
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